domingo, 12 de febrero de 2012

tomar fotos es mi pasatiempo



"Yo me pongo a pensar en qué cosas hemos dejado de creer, porque no seguimos luchando por lo que queremos", Susan Bonilla Gavilán.

Fotógrafos de San Agustín que aparecen en el video: Kelly Vega Minaya, Susan Bonilla Gavilán, Alexis Vega Minaya y Jair Cotos Contreras.
Video realizado por Lorena Best Urday.
Cámara de Dante Arenas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

cuando yo no era poeta

Cuando yo no era poeta
por broma dije que era poeta
aunque no había escrito un solo verso
pero admiraba el sombrero alón del poeta del pueblo.

Una mañana me encontré en la calle con mi vecina.
Me preguntó si yo era poeta.
Ella tenía catorce años.

La primera vez que hablé con ella
llevaba un ramo de ilusiones.
La segunda vez una anémona en el pelo.
La tercera vez un gladiolo entre los labios.
La cuarta vez no llevaba ninguna flor
    y le pregunté el significado de eso a las flores de la plaza
que no supieron responderme
ni tampoco mi profesora de botánica.

Ella había traducido para mi poemas de Christian
    Morgenstern.
A mí no se me había ocurrido darle nada en cambio.
La vida era para mí muy dura.
No quería desprenderme ni de una hoja de cuaderno.
Sus ojos disparaban balas de amor calibre 44.
Eso me daba insomnio.
Me encerré mucho tiempo en mi pieza.

Cuando salí la encontré en la plaza y no me saludó.
Yo volví a mi casa y escribí mi primer poema.

Jorge Teillier.


una esquina en la plata

sábado, 3 de septiembre de 2011

la ventolera

callecita de la plata




















Silba el viento dentro de mí.
Estoy desnudo. Dueño de nada,
dueño de nadie, ni siquiera
dueño de mis certezas, soy mi
cara en el viento, a contraviento
y soy el viento que me golpea
la cara.

Eduardo Galeano.
El libro de los abrazos.

viernes, 26 de agosto de 2011

lluvia




“Sin mis libros me sería imposible vivir y sin mis gatos también. Los libros no aúllan ni los gatos proporcionan sabiduría, por eso no podría elegir. Preferiría entonces vivir sin mí”, decía Carlos Monsiváis.

sábado, 23 de julio de 2011

plazo

Si supiera para dónde vine,
amor,
para dónde caigo,
para dónde podré volar.

Raspado,
amor,
dañado por esa mano,
golpeado por un viejo calor,
estropeado, sin duda, por unos días más
o menos.

Quisiera seguir
sin sentido,
amor,
para ir eligiendo
o mendigando amor;
eso que realmente sirve,
lo que vale la pena.



francisco urondo
del otro lado (1960-1965)

lunes, 20 de junio de 2011

ya va a venir el día, ponte el alma, ponte el sueño, ponte el cuerpo, ponte el sol

Los desgraciados


Ya va a venir el día; da
cuerda a tu brazo, búscate debajo
del colchón, vuelve a pararte
en tu cabeza, para andar derecho.



Ya va a venir el día, ponte el saco. 
Ya va a venir el día; ten
fuerte en la mano a tu intestino grande, reflexiona
antes de meditar, pues es horrible
cuando le cae a uno la desgracia
y se le cae a uno a fondo el diente.



Necesitas comer, pero, me digo, 
no tengas pena, que no es de pobres
la pena, el sollozar junto a su tumba; 
remiéndate, recuerda, 
confía en tu hilo blanco, fuma, pasa lista
a tu cadena y guárdala detrás de tu retrato. 
Ya va a venir el día, ponte el alma.



Ya va a venir el día; pasan, 
han abierto en el hotel un ojo, 
azotándolo, dándole con un espejo tuyo... 
¿Tiemblas? Es el estado remoto de la frente
y la nación reciente del estómago. 
Roncan aún... ¡Qué universo se lleva este ronquido! 
¡Cómo quedan tus poros, enjuiciándolo! 
¡Con cuántos doses ¡ay! estás tan solo! 
Ya va a venir el día, ponte el sueño.



Ya va a venir el día, repito
por el órgano oral de tu silencio
y urge tomar la izquierda con el hambre
y tomar la derecha con la sed; de todos modos, 
abstente de ser pobre con los ricos, 
atiza tu frío, porque en él se integra mi calor, amada víctima. 
Ya va a venir el día, ponte el cuerpo.



Ya va a venir el día; 
la mañana, la mar, el meteoro, van
en pos de tu cansancio, con banderas, 
y, por tu orgullo clásico, las hienas
cuentan sus pasos al compás del asno, 
la panadera piensa en ti, 
el carnicero piensa en ti, palpando
el hacha en que están presos
el acero y el hierro y el metal; jamás olvides
que durante la misa no hay amigos. 
Ya va a venir el día, ponte el sol.



Ya viene el día; dobla
el aliento, triplica
tu bondad rencorosa y da codos al miedo, nexo y énfasis, 
pues tú, como se observa en tu entrepierna y siendo
el malo ¡ay! inmortal, 
has soñado esta noche que vivías
de nada y morías de todo...




 Poemas humanos (1923-1938)
César Vallejo.

 (encontrado gracias a lorena)