jueves, 8 de septiembre de 2011

cuando yo no era poeta

Cuando yo no era poeta
por broma dije que era poeta
aunque no había escrito un solo verso
pero admiraba el sombrero alón del poeta del pueblo.

Una mañana me encontré en la calle con mi vecina.
Me preguntó si yo era poeta.
Ella tenía catorce años.

La primera vez que hablé con ella
llevaba un ramo de ilusiones.
La segunda vez una anémona en el pelo.
La tercera vez un gladiolo entre los labios.
La cuarta vez no llevaba ninguna flor
    y le pregunté el significado de eso a las flores de la plaza
que no supieron responderme
ni tampoco mi profesora de botánica.

Ella había traducido para mi poemas de Christian
    Morgenstern.
A mí no se me había ocurrido darle nada en cambio.
La vida era para mí muy dura.
No quería desprenderme ni de una hoja de cuaderno.
Sus ojos disparaban balas de amor calibre 44.
Eso me daba insomnio.
Me encerré mucho tiempo en mi pieza.

Cuando salí la encontré en la plaza y no me saludó.
Yo volví a mi casa y escribí mi primer poema.

Jorge Teillier.


una esquina en la plata

sábado, 3 de septiembre de 2011

la ventolera

callecita de la plata




















Silba el viento dentro de mí.
Estoy desnudo. Dueño de nada,
dueño de nadie, ni siquiera
dueño de mis certezas, soy mi
cara en el viento, a contraviento
y soy el viento que me golpea
la cara.

Eduardo Galeano.
El libro de los abrazos.